Entra el verano con sus calores. Como cada año, todos echamos de menos el frescor de la primavera. Buscamos raudos y veloces los mejores destinos donde sofocar nuestros calores. Playa? Montaña?

A diferencia de los destinos de trismo de playa el calor interior se hace más soportable al no tener el alto grado de humedad que se hace infumable en las costas. 

Durante los últimos años hay un destino de interior que ha cogido fuerza y energía en verano. Cada vez más personas eligen el Valle del Jerte  como destino veraniego en sus vacaciones. ¿Porque?:

El Valle del Jerte goza de un micro clima especial que lo convierte en la comarca más fresca de nuestra región. No nos vamos a engañar, estamos en Extremadura, aquí también aprieta. Eso es, aquí también aprieta, pero nada que ver con los sofocantes calores de otras zonas de la región. 

Nuestro Valle esta formado por mas de una veintena de arroyos y ríos de montaña, que, junto con el inmenso bosque caducifolio que nos rodea, convierten a este trozo de Extremadura en un paraíso único donde pasar el veranito.

Todos estos ríos y arroyos de montaña están jalonados de preciosas cascadas. Gracias al desnivel que estas aguas tiene que sortear, en el Valle podemos encontrarnos cascadas de casi 60 metros de caída. 

En verano, las empresas de turismo activo comenzamos la temporada de actividades acuáticas. La gente que nos visita busca refrescarse y gozar de los paisajes de la zona. Comenzamos las actividades de Kayak, paddle surf (SUP), excursiones en 4×4 a zonas de baño de uso restringido, etc… Pero sin embargo la actividad estrella en el Valle del Jerte es el BARRANQUISMO!

Como decía el gran Leo Harlem, hacer barranquismo es bajar un río por donde no hay que bajarlo. Esta modalidad de turismo activo consiste en meterse al gua y comenzar a disfrutar.

Ataviados con la vestimenta adecuada nos dispondremos a bajar uno de los tres barrancos homologados que tenemos en el Valle del Jerte: Papuos, hoyos o Nogaledas. Para hacer este descenso utilizaremos técnicas de rápel, toboganes y saltos.

En los últimos años la hacer barranquismo en el Valle del Jerte se ha convertido en un gran reclamo turístico. Tenemos descensos que van desde las dos a las 6 horas de duración, con rápeles que llegan hasta los treinta metros de altura. Te imaginas bajar desde la azotea de un edificio de ocho plantas?